Trabajo Freelance, parte del ADN laboral latinoamericano

Empujada por los millennials y centennials, la idea de trabajar ya no significa exclusivamente desarrollar una carrera en un determinado lugar sino que se considera un proyecto de vida que evoluciona constantemente.

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Trabajo Freelance, parte del ADN laboral latinoamericano

El trabajo freelance creció en la última década como producto de un cambio profundo por el que atraviesa la humanidad. Los millennials y centennials traen consigo una conciencia ambiental y de compromiso social por la cual tienen proyectos de vida muy diferentes a sus padres. Ya no buscan desarrollar una carrera en una compañía a lo largo de los años sino garantizarse un ingreso que les permita ser más libres. Su ADN laboral es flexible, dispuesto a aprender siempre y a ofrecer sus conocimientos a diversas empresas. Claro que existen otras miradas sobre las bondades de este nuevo modo de empleo referidas a la estabilidad y reconocimiento de derechos sociales que veremos más adelante.

Aún así, sólo en América Latina y sobre todo luego de la pandemia, éste tipo de contrataciones creció un 42% y la perspectiva es que siga en aumento. Las razones son muy simples: las empresas entendieron que más horas presenciales en una oficina no garantizan mejores resultados. Además, incorporar equipos freelancers para completar proyectos específicos les permite acceder a talento e innovación disponible en cualquier parte del mundo sin tener que aumentar la nómina de salarios. Mientras que los profesionales o técnicos en áreas específicas y muy solicitadas vieron una nueva oportunidad de empleo para dedicarse exclusivamente a ella o bien, sumar un ingreso a un contrato en relación de dependencia.

¿Cómo es el mundo freelance?

Una investigación reciente del Banco Interamericano de Desarrollo estableció que ya son más de 15 millones de personas las que trabajan como freelancers en América Latina, siendo Brasil el lugar dónde más trabajadores independientes existen, seguidos de Argentina, México, Colombia, Perú, Chile y Uruguay. Así mismo, ya es una tendencia en el mercado laboral de las pymes que uno de cada cinco empleados provenga de las plataformas de búsquedas de proyectos.

El desarrollo explosivo del comercio electrónico junto a miles de usos de la tecnología en áreas tan diversas como la salud, la agricultura, las aplicaciones para celulares o los servicios educativos han permitido que los perfiles más buscados tengan directa relación con la industria IT, en especial el desarrollo de software. Seguidos de profesionales del diseño multimedia, redacción de contenidos, marketing digital, administración y más recientemente, pedidos de servicios sobre asuntos legales, expertos en ingeniería y finanzas.

¿Conviene ser freelancer?

Ser un freelancer es conseguir tareas independientes virtuales o de manera física, es decir, trabajar de manera autónoma. En nuestra región, las áreas de mayor contratación freelance son: programación web, diseño gráfico, multimedia, tecnología de la información, traducción y generación de contenido.

Por otra parte, la propia OIT está analizando los derechos laborales proponiendo una serie de acciones que generen condiciones decentes para el empleo virtual, el cual crece año tras año, sosteniendo que en algunos países representará el 57% de la masa laboral para el 2030. Pues no todos los países de Latinoamérica ofrecen el respaldo suficiente para esta actividad autónoma.

En ese camino y tras realizar una encuesta a 4000 personas que viven desde hace tiempo del empleo freelance, determinó que aún recibiendo el pago en dólares o euros, los latinoamericanos pueden llegar a cobrar hasta el 50% menos que sus pares de Estados Unidos y Europa debido a dos factores: en primer lugar, en el sur el trabajo se paga menos por las condiciones del mercado laboral, y en segundo lugar, porque los impuestos sobre las cuentas de monedas extranjeras son significativos. Sumado a esto, algunas plataformas ofrecen planes de suscripcion con diferentes beneficios y otras cobran un porcentaje o comisión sobre la transacción entre los “freelo” y las empresas o clientes (por ejemplo, Wipperoz solo cobra un porcentaje si se utiliza su sistema de pagos).

Hoy, más de 100 millones de latinoamericanos incursionan en el mundo freelancer virtual a través de diversas plataformas que ofician de nexo entre clientes y proveedores de servicios profesionales de diversas ramas. Los jóvenes van al frente del proceso pero esta metodología de trabajo se ha transformado en una oportunidad también para las personas que ya han hecho su carrera laboral de un modo más tradicional. Después de todo, todas las áreas laborales están abiertas al mundo freelance y se trata más de la creatividad a la hora de vender nuestro talento que de lo que hagas o dónde lo ofrezcas.

Los debates acerca de los derechos laborales, las propuestas de desarrollo de regulaciones propias al sistema de trabajo, las plataformas que facilitan tanto las tareas como las transacciones económicas que se genera alrededor de esta actividad, todo esto construye un panorama más que alentador. Latinoamérica parece ser tierra fértil y cada vez más accesible para desarrollar un oficio de manera freelance, ya sea full-time o esporádicamente. El talento latinoamericano debe ser nuestro principal activo.