Virtualidad: de amenaza pre-pandemia a aliada en una nueva normalidad

Hace poco tiempo atrás era impensado trabajar desde la propia casa. No solo para quienes estaban bajo un contrato o relación de dependencia, sino fundamentalmente para quienes vendían productos en un comercio o para aquellos que ofrecían determinados servicios tradicionalmente presenciales. Además de las actividades que hace años viene siendo común ejercerlas de manera virtual e, incluso, remotamente, como es todo lo relacionado a la ingeniería de sistemas, programación web, asistencia virtual y soporte al cliente; también están aquellas que más fácil se han sabido adaptar al trabajo a distancia debido a la pandemia como las relativas al marketing digital, el diseño gráfico y el audiovisual. Sin embargo, la virtualidad no sirve solamente para el encuentro entre cliente y profesional sino también para la difusión del trabajo y hasta para su resignificación.

La digitalización acelerada del mundo ha ampliado transversalmente el rango de acción de los trabajadores de cualquier disciplina. Pero, dependiendo del área de estudio, conocimiento o trabajo, puede costar un poco encontrar el lugar propio dentro de un mundo 100% digital. Para muchos comerciantes con un local a la calle puede resultar difícil entender el impacto positivo de la digitalización en el crecimiento de sus ventas y de su cartera de clientes, perdiéndose de ver a las redes sociales como un medio de difusión y a las plataformas de ecommerce como vidrieras virtuales. Claro que ese cambio de perspectiva implicaría nuevos desafíos en cuanto a la generación o adquisición de habilidades digitales como ser el saber diseñar piezas para utilizar en redes sociales, la gestión de un perfil en una red social, la gestión de una plataforma de ecommerce, la interacción con el cliente durante todo el proceso de pre-venta, venta y post-venta, etc.

¿Cómo un vendedor se inserta exitosamente en un mundo comercial digital? ¿Cómo lo hace un carpintero, plomero, pintor o electricista, quienes siempre se han manejado por el boca-en-boca y la recomendación entre conocidos? ¿Se puede enseñar de otra manera y a otras personas por fuera de una institución? Aquí te compartimos algunos ejemplos que pueden inspirarte a sumarte al mundo digital desde tu área de trabajo.

PROFESORES

Tal vez eres maestro o profesor y hasta aquí pensabas que tu único lugar posible para ejercer tu profesión era el aula física y tus alumnos los que pertenecen a la institución en la que estás contratado. Pero tu conocimiento puede ser valorado en todo el mundo! Puedes enseñar a alumnos u incluso otros docentes, a través de internet. Puedes dar clases de apoyo escolar, clases de algún deporte o instrumento musical, enseñar alguna técnica o metodología de trabajo o enseñanza, incluso enseñar a utilizar alguna herramienta o a cocinar, para niños, adolescentes, adultos o adultos mayores; y puedes hacerlo a través de distintos soportes digitales: video, en vivo o grabado, documentos de texto, episodios de radio o podcast… las posibilidades son infinitas y de igual manera, las maneras de llevarla a cabo. Porque en internet hay lugar para todos, la diferencia la hace cada uno definiendo un estilo propio de comunicación y de ejercicio de la profesión.

OFICIOS: CARPINTERÍA, ELECTRICIDAD, PINTURA, PLOMERÍA

Claramente un carpintero, electricista, pintor o plomero no pueden realizar su trabajo a distancia. Pero definitivamente pueden utilizar la virtualidad a su favor, para dar difusión a su trabajo o para desarrollar una faceta docente. Muchas personas buscan aprender a realizar arreglos básicos en su casa y les sirve contar con estos profesionales compartiendo su consejo y conocimiento, ya sea de manera individual o grupal. También pueden brindar asesoramientos virtuales, algo que se ha puesto de moda y que abarca a distintas disciplinas, incluídos los decoradores y arquitectos.

COACHING, CONSULTORÍA Y PSICOLOGÍA

Las asesorías virtuales llegaron para quedarse y no sólo para cuestiones del hogar sino también para los negocios y la salud integral. Las sesiones remotas de coaching y terapia psicológica personal; consultoría de negocios, ya sea para empresas o emprendedores; consultas nutricionales, atención primaria y preventiva de salud, se han vuelto moneda corriente, beneficiando no solo a un sistema de salud con dificultades de responder adecuadamente a la alta demanda, sino también propiciando la atención de pacientes que pueden disponer de una mayor amplitud horaria para su atención y desde la comodidad del hogar.

COMERCIANTES

¿Cómo voy a vender si no entra gente a mi local? Esta es una frase que escuché con mis propios oídos de un comerciante absolutamente paralizado (y atemorizado) ante las restricciones de circulación por el COVID-19 y demuestra lo difícil que ha sido para muchos vendedores adaptarse a los cambios que trajo la pandemia. Al menos en un primer momento, había dudas sobre cómo mostrar los productos, cómo cobrar, cómo armar una política de cambios y devoluciones, cómo atender a los clientes…todo a distancia. Para todo esto, el mundo digital ofrece soluciones: plataformas de pago como Mercadopago, Getnet, MODO, UaláBis, Toque-Naranja (algunas de estas solo disponibles para Argentina); plataformas de ecommerce, como Mercadolibre, Tiendanube, Empretienda, Correo Compras de Correo Argentino con sus propias políticas de devolución, cambio y reembolso y con sistemas de mensajería para estar en contacto con los clientes; redes sociales como Facebook e Instagram para ofertar los productos y difundir la marca; plataformas de diseño gráfico como Canva; y plataformas de gestión exclusiva de envíos para pymes como Paq.ar.

Si como profesional perteneces a alguna de estas áreas, no dudes en considerar la virtualidad como una aliada en esta nueva normalidad. Puedes ofrecer tus servicios profesionales desde la comodidad de tu hogar, ahorrando tiempo y recursos antes gastados en una oficina o consultorio. Si vendes productos tangibles, recuerda que puedes hacer de la virtualidad tu vidriera a, prácticamente, cualquier lugar del mundo. Con pocos recursos y un conocimiento básico de herramientas digitales, puedes abrir tu tienda virtual a través de distintas plataformas a costos accesibles. Nuevamente, las ventajas son importantes: ahorro de alquiler de un local, menos gastos de servicios, mayor flexibilidad horaria.

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